La recompensa a la genialidad

Mi amiga Maria B. (@mbcastilla14) es sin duda alguna la seguidora mas fiel que nunca podría tener Laia Palau. Ella vive su pasión por Laia desde la distancia, pero eso nunca la ha frenado a la hora de animar o ha hecho que las derrotas fueran menos dolorosas. Por ello tiene para mi mas valor lo que quiero compartir con vosotr@s. Tras la victoria histórica lograda ayer por Ciudad Ros Casares Maria B. escribió este texto que con su permiso reproduzco aquí:

Hoy no eres más grande que ayer ni brilla tu estrella más que mañana. Pero eres Campeona de Europa de Baloncesto. Ha costado mucho y es por eso que tal vez esta Gloria resulte aún más Grande. Ya está, ahí la tienes, contigo. Esa copa que se te ha resistido demasiadas veces. Quizás tenía que ser así, quizá este haya sido el mejor guión para tu película.  

Hoy cobra sentido eso que dijiste una vez. Sí. Seguramente para comprender mejor un título hay que estar al otro lado. Hay que llorar hasta el extremo en que corazón no dé más de sí. Hasta que el desconsuelo inunde tus ojos y sientas un vacío tan enorme que tus ganas se desvanezcan y la esperanza se consuma como la paciencia ante el error repetido. Hay que sufrir para ganar. Hay que caer para levantarse con más ímpetu. Hay que arrastrarse y descender a los infiernos para saltar más alto, para alcanzar la eternidad y poseer este Universo infinito. Y Tú lo has hecho. Constituyes el mejor ejemplo a la hora de ganar.  

Dice el diccionario que un “Genio” es aquella persona dotada de “una capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables”. Dejando las pasiones a un lado y siendo lo más coherente que un raciocinio medio pueda permitir sería de necios no querer admitir que esa definición te describe por entero. Sí señores; Laia Palau es un Genio, aún a pesar de que muchos se nieguen reconocerlo.  No mete catorce puntos en un partido porque eso lo puede hacer casi cualquiera. Tampoco es políticamente correcta porque el mundo está lleno de políticos que cada vez defienden más sus intereses que los de las personas a las que representan. Eso no le va. Es tremendamente generosa y eso es lo único que a veces las estadísticas reflejan de ella. Lo que la hace grande, lo que la eleva al Olimpo de los Dioses del Baloncesto es esa capacidad mental extraordinaria. Cada vez hace más faltas y arriesga más, sigue estallando cuando no ve las cosas bien o se revela ante la injusticia. Pero su capacidad de transmisión es tal que contagiaría extrema vitalidad a cualquier reo condenado a muerte. ¡Qué asistencias Laia, qué lectura de juego, qué inteligencia! Que tan grande. Qué genio.  

Ayer fue uno de esos días en que el teatro del mundo se detiene un instante para hacerte protagonista principal de su obra. Me acordé de Atenas y aquel primer triple desde medio campo, y de Bourges, de Brasil, de Madrid y tu ¡Alegría, alegría!, y de Linares y esa profesionalidad obligada a la hora de entender las cosas. Y me alegro tanto de esta Euroliga que pareciese que la hubiese ganado el familiar más querido. Pero sobre todo me alegro por ti. Porque aunque hayas perdido muy pocas cosas en la vida, pese a ser un Genio, te ha costado conseguir todo lo que tienes. Y no sabes el ejemplo que constituyes con ello y la admiración que desprendes. 

 

Ayer conseguiste quizás el mayor éxito de tu carrera deportiva. Y hoy recibes la recompensa a la Genialidad. Hoy tiene sentido que te pierdas en el tedio del banquillo dejando que otras estrellas brillen más que tú una noche. Hoy merece la pena cambiar una bandera blanquiverde por pasar un ratito contigo. Hoy todo cobra sentido, hoy valen la pena tantas lágrimas desgarradoras si sirven para que al final nos desborde la alegría. No eres más Grande que ayer ni vas a serlo más que mañana. Hoy sólo es Lunes Santo, dos de abril y la página de tu Historia aún no está pasada.